La Fiesta de los abrazos que comenzó como una tímida pero arriesgada actividad en los primeros años de dictadura, tenía como objetivo celebrar cada nuevo aniversario del Partido Comunista de Chile y un nuevo año siempre lleno de esperanzas y deseos de un mundo mejor.
Con el paso del tiempo, se ha ido transformando en una fiesta que ya es tradicional, con una convocatoria multitudinaria, en la que se ha dado cabida a una serie de actividades culturales relacionadas con la literatura, la música, el teatro, la pintura, la gastronomía, respaldada hoy por un amplio espectro de sectores sociales.
Siempre tuve la intención de viajar a Santiago para participar de este importante evento, pero nunca fue posible y jamás me imaginé que la vida me reservaba un momento tan especial. A raíz de las recientes “juntatas” y “tocatas” con algunos "Inti", surgió una invitación que me llenó de entusiasmo… había un compromiso que cumplir y nuevamente se armaba un "Inti" de emergencia, al cual junto con mi guitarra compañera, se complementaron Max Berrú, Jorge y Marcelo Coulón, Cristian Infanta y Efrén Viera.
Ahí estaba otra vez, cumpliendo el sueño de tocar con los Inti… “Samba Landó”, “El Aparecido”, “Sevillanas en libertad”, etc., en resúmen un repertorio que ya está instalado en el corazón de muchos chilenos como una banda sonora de toda una vida de luchas y esperanzas, y ahora en un evento impresionantemente masivo.
Como no compartir con Uds. esta experiencia única, que puedo respaldar con algunos testimonios audio visuales que he encontrado en la web.
Mi amada hermana Lidia vive en Suecia hace más de 20 años, lo que ha significado para nuestra familia vivir permanentemente con la pena que impone la distancia obligada. No obstante, ella ha hecho grandes esfuerzos y ha viajado en varias oportunidades a Chile. Fue en uno de esos viajes que me trajo de regalo una rareza musical que habían grabado los Inti Illimani en 1979 con una cantante finlandesa, Arja Saijonmaa, cantando en sueco temas de Violeta Parra.
Arja tuvo connotación mundial, cuando en 1986, en el funeral del asesinado Primer Ministro Sueco, Olof Palme, cantó “Gracias a la vida” de nuestra Violeta.
Posteriormente y conociendo Lidia mi inclinación melómana, me trajo de regalo otro disco de Arja, ahora cantando tangos. Ahí me enteré que los finlandeses son tan fanáticos del tango, que incluso algunos creen, obviamente equivocadamente, que el origen del dos por cuatro está en esas tierras nórdicas.
Y el tiempo corre y de pronto algunos eventos parecen ser premonitorios, y en este caso lo siento así. A fines del año recién pasado, me contacta Jorge Coulón de Inti Illimani, para contarme que Arja viene a Chile y se está programando un concierto en la Villa Grimaldi, hoy, convertida en un parque que recuerda uno de los pasajes más dolorosos de nuestra historia. La idea es precisamente recrear ese mítico disco grabado hace tres décadas.
Para armar este Inti de emergencia, dado que algunos de los “oficiales” estaban de vacaciones, me invita a participar a mí y de paso a mi hijo Víctor, completando la nómina con Marcelo y Jorge Coulón, Max Berrú y Cristian Infanta.
Se programaron los ensayos, y el primero fue con los Inti en mi casa en Viña del Mar, resultando ser una improvisada inauguración de mi estudio, recién implementado para fines musicales. El segundo ensayo, ahora con Arja, fue en Santiago en la casa de Marcelo Coulón. Ahí fue que surgió la idea de que Arja cantara un par de tangos, así que para rematar mi año, el 30 de diciembre tuve un ensayo especial con ella en mi casa. Aparte de la empatía y complicidad con que desarrollamos nuestro trabajo, no dejaba de estar muy sorprendida que yo tuviera en mi discoteca, sus producciones originales. Para el ensayo general en Santiago, fue invitado el joven bandoneonista Jorge Prado, quien a la postre fue también de la partida, complementándose con mi guitarra para acompañar los tangos interpretados en el concierto.
El concierto denominado “Gracias a la vida” que fuera organizado por la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi en conjunto con la embajada de Suecia y la embajada de Finlandia y la Asociación Harald Edelstam, se realizó el día 5 de enero de 2011, con la presencia de autoridades relacionadas y un público que desbordó el lugar y vibró emocionado con nuestro acompañamiento y las interpretaciones de Arja, quien con impresionante profesionalismo, cantó los temas de Violeta y los tangos en español y en sueco.
Sin duda, ésta fue una experiencia maravillosa que me ha regalado la vida, permitiéndome compartir escenario con estos grandes artistas, mi guitarra compañera y mi hijo Víctor. Como no sentirme identificado con el título de este concierto.