lunes, 2 de septiembre de 2013
jueves, 29 de marzo de 2012
CUMBRE DE CANTORES - SITMUCH 2012
domingo, 4 de diciembre de 2011
DIAPASON PORTEÑO - "CUERDAS PA' RATO" - NUEVA PRODUCCION MUSICAL
AMIGOS Y AMIGAS... YA ESTA A LA VENTA LA NUEVA PRODUCCION MUSICAL DEL CUARTETO DE GUITARRAS DE VALPARAISO, DIAPASON PORTEÑO - "CUERDAS PA' RATO"
EL PRECIO ES $7.500 MAS GASTOS DE ENVIO. VUESTROS PEDIDOS SE RECIBEN DIRECTAMENTE EN EL EMAIL jaha1955@gmail.com
domingo, 20 de marzo de 2011
FIESTA DE LOS ABRAZOS – PARQUE O´HIGGINS - SANTIAGO DE CHILE – 2011
jueves, 17 de marzo de 2011
“GRACIAS A LA VIDA” – SANTIAGO DE CHILE 2011 - UN CONCIERTO INOLVIDABLE CON ARJA SAIJONMAA E INTI ILLIMANI
El concierto denominado “Gracias a la vida” que fuera organizado por la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi en conjunto con la embajada de Suecia y la embajada de Finlandia y la Asociación Harald Edelstam, se realizó el día 5 de enero de 2011, con la presencia de autoridades relacionadas y un público que desbordó el lugar y vibró emocionado con nuestro acompañamiento y las interpretaciones de Arja, quien con impresionante profesionalismo, cantó los temas de Violeta y los tangos en español y en sueco.
Sin duda, ésta fue una experiencia maravillosa que me ha regalado la vida, permitiéndome compartir escenario con estos grandes artistas, mi guitarra compañera y mi hijo Víctor. Como no sentirme identificado con el título de este concierto.
martes, 7 de diciembre de 2010
TELETON 2010 - "ARRIBA EN LA CORDILLERA"
A fines de noviembre tuvimos que viajar a Santiago con mi hijo Víctor con el objetivo de grabar el audio de una nueva versión del emblemático tema de Patricio Manns, “Arriba en la cordillera”. El productor Leo García, me había llamado anteriormente y me había solicitado un arreglo de guitarras que debería complementar al arreglo orquestal que escribiría el destacado músico Nicolás Borbar.
Las voces en esta ocasión serían el mismísimo Patricio Manns y una joven cantante, Sol Naveillán, hija de la destacada cantante nacional, María Inés Naveillán y el compositor Luis Poncho Venegas.
Gratísima sorpresa nos llevamos cuando Sol desplegó su voz sobre el arreglo musical con especial personalidad y una fuerza increíble. Estaba lista la grabación y ahora se venía la instancia para la cual se había efectuado toda esta convocatoria. Y ahí estuvimos, en un horario estelar el sábado 4 de diciembre, en el Teatro Teleton , dejando un testimonio de una versión hermosa y renovada de este clásico de la música popular chilena y que gracias a la tecnología deseo compartir con todos Uds.
PREMIO "MUSICO DESTACADO" - SITMUCH 2010
domingo, 28 de noviembre de 2010
RECUERDOS DEL FESTIVAL DE VIÑA DEL MAR
1986 - con Pedro Plaza - "Soy cateador" (Cueca de Pedro Plaza)
1991 - con Los Afuerinos - "Cueca Porteña" (Cueca de Luis "Sata" Ponce)
1998 - con Los del Quintral - "Parabienes para mi pueblo" (Parabién de Germán Irarrázaval)
2002 - con Claudio Escobar y Diapasón Porteño - "Cigarra de la tierra" (Tonada de Pepe Cornejo y Vicente Bianchi)
2005 - con Marcela Moreira y Diapasón Porteño - "Puerto Valparaíso" (Vals de Cecil González y Marcela Moreira)
2011 - con Valentina y Diapasón Porteño - "De Pascua Lama" (Canción de Patricio Manns)
domingo, 26 de septiembre de 2010
domingo, 22 de agosto de 2010
NANO ACEVEDO - CONTRA EL OLVIDO - MEMORIAS DE LA MUSICA CHILENA
Debo agradecer profundamente a Nano su incondicional amistad y la gentileza de haberme considerado en esta publicación, dedicándome una página con una reseña de mis actividades musicales, lo cual comparto con cierto pudor, toda vez que el libro incluye verdaderos íconos de nuestra historia musical, quienes definitivamente son un referente obligado, para quienes intentamos desarrollar y entregar un aporte a nuestra cultura.
Invito a todos mis familiares, amigos y visitantes de este espacio virtual a indagar y adquirir las producciones de este destacado músico y escritor. Les dejo los siguientes links para vuestro contacto directo:
http://www.nanoacevedo.scd.cl/
http://www.nanoacevedo.blogspot.com/
nanoacevedo@hotmail.com
sábado, 24 de julio de 2010
PATRICIO MANNS... SEMBRANDO RECUERDOS
En su última producción musical, "La tierrra entera", aún cuando el concepto original fue jazzístico y orquestal, fuimos invitados a participar y quedaron ahí plasmadas nuestras guitarras en algunos temas, dos de los cuales incluyo para que los disfruten: "La tierra entera", un hermoso y romántico bolero, y "De Pascua Lama", tema con una temática candente y absolutamente contingente.
La fotografía incluída corresponde al concierto del 1º de mayo de 2010 en el Teatro Cariola, en el cual además nos acompañó mi compañero y amigo Abelardo Báez en percusión.
martes, 29 de junio de 2010
PEDRO LABARRERA, AMIGO DEL ALMA... TE HA LLEGADO CARTA
Después vino el "Diapasón Porteño", del cual tu eres reconocido duende mentor y gestor. Estuviste como invitado en lanzamiento del primer cd en la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso, luego te integraste y fuimos como Quinteto al Encuentro Internacional de Guitarras "Entre Cuerdas", luego vino lo del Concierto en la iglesia de Reñaca... una "tocata" inolvidable...y que decir del viaje a Argentina y la actuación en el Festival "Rivadavia le canta al País"... ¡cuantas emociones compadre!
Hace un par de días, estuvimos con el "Diapasón Porteño" en Santiago en el Sello Alerce, grabando con Max Berrú, y fue imposible no sentirte con nosotros en esa sesión, puesto se hizo presente la experiencia similar que tuvimos en el año 2004, cuando tu sonido con el guitarrón cuyano, quedó plasmado en tres temas en el disco "Intimo" de Max.
Me emociona contarte que mi hijo, sí, el "Vitito", ese muchachito que se aparecía fugazmente en nuestros ensayos, es ahora integrante del cuarteto, agrupación que a pesar de muchas dificultades, aún mantenemos vigente... si, y hasta un nuevo disco presentaremos dentro de muy poco... podrás notar que de todas maneras he sido un tipo afortunado, porque a pesar de ausencias dolorosas como la tuya, ahora tengo a mi hijo conmigo compartiendo esta pasión por nuestra amada guitarra. Los míos te recuerdan con cariño por todo lo compartido en familia y especialmente por la forma en que abriste tu corazón y nos contaste tus frustraciones y sueños, pocos días antes de que cayeras en esa fase que nos golpeó tan violentamente.
Y sigo relacionado con los tuyos... anteayer me llamó tu madre, para saludarme por mi onamástico...estaba complicada porque no me llamó el mismo día... y me manifiesta un gran cariño que intento retribuir cada vez que me es posible visitarla... hoy me llamó tu hermano Juan para ofrecerme sus terapias magnéticas para tratarme un problema que tengo en las articulaciones de mi mano derecha... en definitiva es tu esencia y el recuerdo permanente lo que nos mantiene unidos.
miércoles, 22 de julio de 2009
PEQUEÑA CARTA A MI HIJO VICTOR DANIEL
Amado hijo,
El año pasado te envié la carta que mas abajo transcribo y hoy después de un año lleno de satisfacciones guitarrísticas, habiendo participado en conjunto en la última producción del Diapasón Porteño, y las "tocatas" con Patricio Manns, que nos ha permitido actuar en diferentes escenarios de nuestro país, debo reiterarte cuanto te amo y agradecer a la vida por cada nuevo día que nos permite desarrollar esta pasión conjunta...
"Viña del Mar, 28 de abril de 2008
Vitito,
Tuve la experiencia única de asistir en primera fila a tu nacimiento, darte el 2° beso (el primero, por supuesto, le correspondió a tu mamá), escuchar balbucear tus primeros sonidos, recibir el regalo de tus primeras sonrisas, ayudarte a dar tus primeros pasos, me hiciste volver a ser niño compartiendo contigo cuanto juego se te ocurrió inventar, darme la posibilidad de intentar ser un buen padre, me diste la sorpresa de interesarte por la guitarra recién a los 13 años, y ahora ya te veo hombre intentando abrirte camino en la educación superior... y me sigues dando satisfacciones y felicidades. El Viernes 25 de abril recién pasado, en el Concierto "Otra cosa es con guitarra" en el Teatro Municipal de Viña del Mar, me hiciste un regalo cuya real dimensión tal vez es válida solo para mi, pero debes saber que nunca estuve mas nervioso en un escenario, debido a la emoción que sentí durante toda nuestra participación, cuando sentado a mi diestra demostraste tu talento y tu temple ejecutando en forma impecable las piezas que habíamos ensayado. Sabes de sobra lo que significa la guitarra para mí y conoces con creces mi admiración por los guitarristas populares de antaño y la intención permanente de intentar traspasar todo eso a las futuras generaciones. Tú me has hecho sentir con satisfacción que la semilla ya está sembrada, tal vez otros podrán ser testigos de la futura cosecha... soy un tipo afortunado.
Te amo
Juan (el papito)"
jueves, 19 de febrero de 2009
MI AMIGA ANA FLORES...CANTORA ES...
No obstante sus inicios con el canto por allá por la década del 60, como integrante del mítico conjunto Lonquimay, fundado por Richard Rojas, con quienes tuvo su primera experiencia discográfica y una nutrida participación en Peñas Folclóricas durante el desarrollo de Nueva Canción Chilena, incluyendo una gira a Europa, sin duda la base fundamental y su escuela como investigadora, intérprete y docente, proviene de esa relación que mantuvo por más de una década desde 1990, con la maestra Margot Loyola, lo que la llevó a ejercer durante un largo período, una fundamental asistencia en la dirección del Conjunto Folklórico de la Universidad Católica de Valparaíso.
Asimismo, entre los años 1997 y 2004 le dio forma a un trabajo musical junto a María Eugenia Cisternas y Viviana Morales (reemplazada en el último período por Fernanda Urrea), quienes bautizadas como “Trío Las del Puerto”, pasearon por diferentes escenarios y festivales, toda la fuerza y la dulzura de esas antiguas cantoras, que con arpa y guitarras, engalanaban nuestras fiestas criollas hasta la primera mitad del siglo pasado. Este trío nos dejó una hermosa producción discográfica editada en 2001, con el apoyo del Fondart, denominada “Mujer (en)canto y alma”.
Tuve la fortuna de conocerla en la década del 90 e involucrarme musicalmente con ella entre los años 1998 y 2000, y junto al guitarrista Luis “Sata “Ponce y eventualmente con Miguel Bernal, desarrollar un repertorio de boleros y valses peruanos que paseamos por locales de la bohemia porteña y algunas intervenciones en la televisión local. Aprender de su seriedad y entrega en el desarrollo de nuestra propuesta musical, es uno de esos regalos que subliminalmente entrega la vida y que terminan siendo esos aportes que uno atesora y aplica en experiencias posteriores.
Una gratísima sorpresa nos llevamos todos sus seguidores cuando se presentó el año 2000 en el Festival de Tangos realizado en el Teatro Municipal de Valparaíso, obteniendo el máximo galardón en una competencia de intérpretes con participantes chilenos y argentinos, interpretando el tango “Los mareados” de Juan Carlos Cobián y Enrique Cadícamo.
Cuando se produjo la formación del Cuarteto de Guitarras Diapasón Porteño nos desvinculamos por un tiempo, sin embargo tuvimos la oportunidad única de participar conjuntamente en la 3ª Temporada Cultural de la Universidad Santa María en Talcahuano el año 2001.
Desde el año 2002 en adelante, ella formó equipo con el joven y destacado guitarrista Yanko Millán, con quien junto a otros importantes músicos porteños finalmente logró editar en el 2007 su primera producción como solista, titulada “Cantora soy”, donde vuelca sus fundamentos con composiciones propias y otras del cancionero chileno y latinoamericano, con los ritmos que ha venido cultivando desde siempre. El inspirado y fundamentado título de esta producción corresponde a una de sus importantes composiciones, la cual el año anterior había sido finalista en el Concurso Nacional de Música “Luis Advis”, organizado por la SCD.
Para mi querida amiga Ana Flores mis respetos y agradecimientos por hacerme sentir que mantenemos una sólida amistad prolongada en el tiempo.
martes, 2 de septiembre de 2008
"AMERICA, HOMBRE, TIERRA Y CANTO" - UNA PRODUCCION MUSICAL EDITADA EN 1984
http://rapidshare.com/files/142224684/KIKO_DONOSO_-_AMERICA__HOMBRE__TIERRA_Y_CANTO.rar.html
"…tres palabras que encierran profundos significados cuando hablamos de este continente, de sus habitantes y de su cultura.
Tierra descubierta como por casualidad, creyendo que se pisaba el extremo más oriental de las Indias, lo que motivó que a los nativos se les llamara , y se les llame aún, con el término común de indios.
Se género entonces el más grandioso fenómeno migratorio humano de los últimos siglos, motivado más por el afán de lucro que por la pasión de aventuras o el celo misionero. Oro azteca, oro maya, oro inca; su búsqueda llevó al conquistador hasta el confín del mundo, concluyendo, en menos de cincuenta años y en grandes líneas, la conquista de América, la que de simple expresión geográfica se convirtió en una realidad política, social y económica de proporciones inimaginables.
En América Anglosajona la colonización precedió a la conquista, mientras que en América Ibérica, la conquista precedió a la colonización.
Y, al contrario de lo ocurrido en Norteamérica, aquí en el sur la mezcla entre indios, europeos, y negros ha sido normal, porque, en la búsqueda del oro, el indio y el negro eran colaboradores necesarios y la unión con la india o la negra, por ejemplo, era una necesidad fisiológica, lo que generó una gran variedad de grupos étnicos, los que se distribuyeron en una geografía que posee todos los climas y todas las topografías. Los grupos nativos que permanecen más puros son, en general, los que habitan las regiones más inaccesibles del continente.
Y la música que llegó a estas tierras en las venas y en el alma del conquistador, se mezcló naturalmente con elementos nativos y negroides, haciendo del folklore musical hispanoamericano una materia riquísima y variada.
Hoy, dentro del canto popular de América Latina, los autores recogen toda esa herencia y, utilizando ritmos y giros melódicos tradicionales, componen canciones con temáticas, más actuales, con vivencias personales, alejadas en espíritu, fondo y forma de clisés comerciales y facilismos.
Los temas que se incluyen en la presente grabación tienen esa intención y ese espíritu.
Y sus propios fundamentos:
LADO A
1.- Versos del hospital: Cuartetas escritas por Violeta Parra en el año 1961, estando hospitalizada enferma de ictericia. Ella lo tomó con mucho humor y se inspiró en las cosas y personas que en ese momento la rodeaban. La melodía y el ritmo respetan el espíritu del trabajo de Violeta.
2.- Ser yo: Versos que tratan de mostrar, en pocas líneas, toda una filosofía de vida y de justificación para el canto. Se emplea ritmo de huayno, uno de los más típicos de la región del altiplano.
3.- Tabaré: Canción basada en el momento de la muerte, a manos de los españoles, del cacique charrúa Tabaré, protagonista del vasto poema épico del mismo nombre escrito por el autor uruguayo Juan Zorrilla de San Martín (1855 – 1931).
4.- Pastor de sueños: De pronto el hombre se da cuenta que su niñez ha quedado muy lejos y que es imposible volver a vivirla. Sólo se la puede recordar con nostalgia y soñar con esas viejas ilusiones. Hay una fuerte influencia de la música argentina en este tema, lo que estaría justificado por el hecho que su autor reside en Punta Arenas, donde se escucha más folklore argentino que chileno.
5.- Cuecas del libro: Dos “patas” de cueca hechas más para escucharlas que para bailarlas. Se dice que Violeta Parra se habría inspirado en
6.- Canto al esfuerzo: Verdadero himno al trabajo que grafica, en cuatro oficios básicos, todo un homenaje a los hombres de trabajo. El ritmo utilizado es el de sirilla, característico de la zona sur de nuestro país.
LADO B
1.- Campesina: Con ritmo de joropo lento, la danza más típica de Venezuela, este tema está referido a la mujer de campo, tanto en su condición de mujer, como en su condición de trabajadora.
2.- Diario camino mío: Canción que nació del darse cuenta un día que el camino de ida y vuelta del trabajo se hace a veces más corto y otras veces más largo, dependiendo esto del estado de ánimo de cada uno. Y como también el paisaje parece que cambiara.
3.- Puedo ponerte mil nombres: (Perdón, pero como ustedes se darán cuenta, este es un asunto entre mi señora y yo no más. Ahora, si alguien se siente interpretado por el tema, tanto mejor).
4.- Cantor de manos jodidas: El camino que anda el cantor junto a su pueblo motiva su canto. Pero no le canta a la linda flor del camino, sino a ese pueblo, y a sus hermanos del rancho y del barracón. Y que lindo es, dice, el canto que no se compra ni se vende, sino que sólo se entrega y se recibe.
5.-Liturgia Huarpe: Los huarpes eran unas tribus indígenas que vivían en lo que es hoy la actual provincia de Cuyo, Argentina. Esta canción es el lamento de la raza y de la tierra avasallada por el conquistador.
ANECDOTARIO
Todo esto comenzó un día de marzo de 1966, cuando el gordo Guillermo me prestó su guitarra para ver si podía aprender a tocar. Tres años después tuvo que quitármela para poder recuperarla. Nunca voy a terminar de agradecerle esa paleteada. Desde entonces, mucho canto ha acompañado y me ha hecho querer ese “oficio de cantor” que he compartido con mi familia y con tantos amigos, en tantos lugares y en tantas trasnochadas (y alrededor de otros tantos vasos de vinito caliente).
Y quiso la suerte que en esas trasnochadas conociera a este buen amigo y excelente guitarrista que se llama Juan Hernández A., también un enamorado y un estudioso de la música popular y folklórica de Hispanoamérica (y fanático de Astor Piazzolla).
En el mes de marzo de 1982 nos pusimos a trabajar juntos. Revisó, corrigió y arregló mi repertorio. Montamos entonces un recital didáctico-musical llamado “América, hombre, tierra y canto”, parte del cual tiene ustedes en sus manos, ojos y oídos.
Finalmente, nobleza obliga, queremos agradecer a toda la gente que, de una manera u otra forma, colaboró con este trabajo:
En primerísimo lugar agradecemos a todo el equipo del sello C.C. (la tremenda paciencia de René en las perillas, los ricos almuerzo sabatinos de don Eugenio), a Javier y Roxana, a la comprensión de nuestras respectivas “patronas”, a la noble “citrola” de Víctor Abarca (Vitoco), el que comenzó ayudándonos a acarrear los instrumentos y terminó con los fonos puestos y tocando el bombo en la grabación de las Cuecas del libro y de
Gracias a todos ellos y gracias a ustedes. Entre todos estamos haciendo un esfuerzo para que nuestro canto popular no muera. Que no sea en vano.
Kiko Donoso
Villa Alemana, Enero 1984"
KIKO DONOSO, EL CABALLERO DEL FOLKLORE - DECADA DEL 80
Eliseo "Kiko" Donoso Vergara, originario de
Siempre aprecié la entrega musical de Kiko cuando cantaba solo con su guitarra, y más de alguna vez pasó por mi mente la idea de complementar su canto con mis arreglos guitarrísticos, al estilo de lo que ya había experimentado con mi amigo Mario Grandi, de Punta Arenas. Lo encontré casualmente, casi a fines de la década del 70, en una travesía en micro entre Valparaíso y Viña del Mar, y fue esa la ocasión precisa para ofrecerle mi cooperación musical para cuando él lo estimara conveniente. No pasó mucho tiempo para que me planteara su inquietud en relación con un proyecto didáctico-musical denominado “América, hombre, tierra y canto”, el cual, bajo esquema de recital, pretendía presentar en importantes escenarios de la zona. Se unieron a este trabajo nuestros amigos Víctor Abarca en percusión, Gastón Espinoza en la narración y Luis Guerra en la proyección de diapositivas. Se trataba, sin duda, de un trabajo serio que requirió largas jornadas de ensayos, el cual finalmente se pudo concretar, siendo presentado innumerables veces en importantes escenarios, tales como, los Teatros Municipal y Cine Arte, de Viña Del Mar, Teatro Pompeya de Villa Alemana, Salón de Honor de
Innumerables anécdotas surgieron durante el desarrollo de este importante trabajo musical. Sin embargo, la que es frecuentemente recordada, es aquella cuando Kiko se “enredó” con la letra de la “Sirilla de
Desde Santiago surgió una alternativa única, y era ésta la posibilidad concreta de dejar plasmado nuestro trabajo musical en una grabación profesional. Vinieron los contactos, la reunión con don Eugenio Ferrando, del Sello “Círculo Cuadrado”, detrás del cerro Santa Lucía, las jornadas de grabaciones con el técnico René Gallardo, la hospitalidad de Enrique Fernández y su esposa Roxana, para quedarnos en Santiago las veces que fue necesario; la paciencia de nuestras respectivas familias; para, finalmente, tener en nuestras manos la edición del trabajo musical en formato cassete y que llevó el mismo nombre del recital indicado. Cabe destacar que Kiko fue unos de los pocos cultores del canto popular de nuestra zona, que en esa época, en plena dictadura, logró aportar y dejar un testimonio musical grabado para las futuras generaciones.
Todo ese hermoso período de trabajo en conjunto, trajo como consecuencia el desarrollo de otros proyectos musicales importantes con él, como fueron, el Conjunto Folklórico “Rayén” de funcionarios de
Cuando a mediados de la década del 80 tuve que emigrar a Santiago por motivos laborales, nuestra relación musical se vió truncada; sin embargo, Kiko continuó con sus inquietudes, entregando en diferentes escenarios, un hermoso recital denominado “Canto y danzas de Hispanoamérica, junto a mi querido amigo Víctor Abarca y a una pareja de bailarines integrada por Ana María Riveros y Patricio Salazar. Incansablemente a través de estos años, ha continuado haciendo su aporte al folklore y la música popular, dirigiendo la parte musical del “Conjunto Folklórico Secreduc”, de
Por sobre la satisfacción de haber desarrollado y concretado nuestras inquietudes musicales colectivas durante un importante período, y haber tenido la posibilidad de aprender de su disciplina y seriedad, lo cual nunca dejaré de agradecer, me quedo prendido de esa profunda y hermosa amistad que logramos cimentar a nivel personal y familiar, constituyéndose en uno de esos pocos amigos vitalicios incondicionales que uno lucha por conservar a todo evento.
domingo, 17 de agosto de 2008
MUSICA LATINOAMERICANA EN LA DECADA DEL 70 CON “AMAUTA DE VALPARAISO” Y “OBRA TRIO”.
Cuando mi querida y recordada amiga Irma Leiva, a mediados del año 1974, habiendo recién iniciado mis estudios superiores en la Universidad de Chile de Valparaíso, hizo de nexo para que conociera a unos amigos que tenían un grupo de música andina en formación, nunca imaginé la intensidad de las relaciones y emociones que viviría en esos primeros años de dictadura, cuando transitar con charangos, quenas y zampoñas, constituía un riesgo, dado las absurdas prohibiciones del régimen militar que se había instalado a sangre y fuego en nuestro país.
Llegué la primera vez con mi guitarra a la casa de José Sánchez (percusionista), en la calle Amalia Paz del Cerro Los Placeres en Valparaíso, y me recibieron además, Eugenio Encina (quenista y guitarrista), Víctor Abarca (quenista) y un charanguista cuyo nombre no he podido recordar. Irma me había comentado previamente que se trataba de un conjunto que tenía un proyecto de grabación a corto plazo, sin embargo al desenfundar los instrumentos y comenzar a tocar con ellos, pude notar que solo se trataba de un grupo aficionado que con mucho entusiasmo intentaba armar un repertorio para recrear y revivir la música que en ese momento estaba clasificada como proscrita por los militares, y que el proyecto de grabación no existía. No obstante, me agradó la idea, el grupo de personas y el repertorio a desarrollar y me comprometí a iniciar un trabajo musical con ellos, ante lo cual me solicitaron además que me hiciera cargo de la dirección musical.
El primer nombre que tuvo el conjunto, con muy poco fundamento y sentido para mi gusto, fue “Los Traucos”, pero muy luego al retirarse el charanguista e incorporarse los hermanos Prado, Pedro (charanguista) y José (percusionista), que venían del grupo “Los Andariegos de Pancho”, cambiamos el nombre a “Grupo Amauta de Valparaíso”.
Recuerdo con esta nueva formación y con la colaboración de Manuel Montenegro en la locución, nuestro comprometido primer trabajo para llevar adelante un recital de música latinoamericana, lo cual se concretó con éxito el 14 de diciembre de 1974 y se llevó a efecto en el salón del Teatro IPA en calle Condell, que en ese tiempo administraba don Hernán Salas, padre del conocido humorista Alvaro Salas; con este último me unía una gran amistad por haber sido compañeros de Liceo ( el N° 3 de Valparaíso) y vecinos en Miraflores Alto, donde guitarreábamos frecuentemente (que habrá sido de don "Beno" Manso que cantaba con tanto gusto el repertorio del mexicano Javier Solís)
Adicional a la nutrida agenda de actuaciones en tímidas peñas folklóricas, algunas clandestinas, dado el régimen que imperaba, guardo especial recuerdo de una jornada que organizamos junto a otros grupos de música folklórica latinoamericana de la zona, la cual se llevó a efecto en el salón de
Algunas diferencias, originadas por la selección de repertorio y desaveniencias entre algunos integrantes, hizo que el grupo se desarticulara, e intentara rearmarse repetidas veces con algunos nuevos integrantes, entre los cuales recuerdo a Juan Arancibia (poeta), Lucho Vidal (ex Paracas), Miguel Henríquez, Héctor Morales y Jorge Arias.
Estuvimos en actividad hasta el año 1977, actuando en la mayoría de las instancias y espacios que era posible gestar en esos duros años, cruzando cerros porteños y viñamarinos a pie, con nuestros instrumentos al hombro, siendo
En el año 1976, José Prado (El Chicho) partió al exilio a Alemania y luego vino la creación del “Boliche La obra”, en el cual se constituyó el trío integrado por Pedro Prado, Víctor Abarca y Juan Hernández, con el nombre de “Obra Trío”, desarrollando un trabajo de música criolla latinoamericana, convirtiéndose en un número estable de este nuevo centro cultural porteño. En marzo de 1978, Pedro Prado también tuvo que partir al exilio a Alemania, siendo reemplazado por Héctor Morales para darle continuidad al trío. La década del 70 que comenzó con tantas esperanzas y que se instaló definitivamente con tanto dolor entre nosotros, se nos fue finalmente llevándose también definitivamente al “Boliche
Me quedo sin embargo, con la nostalgia de haber compartido con una gran cantidad de personas, amigos extrañables, de quienes siempre recibí protección, tal vez por haber sido uno de los más jóvenes, y en diferente grado me ayudaron a madurar y a indagar en mis profundas convicciones. Con algunos de ellos aún conservo una incondicional amistad, como es el caso de Pedro Prado, Víctor Abarca y Juan Arancibia.
Jamás olvidaré las atenciones en los hogares de las respectivas familias, y especialmente del estamento femenino durante los ensayos en el Cerro Los Placeres; Alejandra en la casa de José Sánchez (el Pepe), mi estimada comadre Anita Báez donde Pedro Prado, los inolvidables padres de Juanito Arancibia, la querida mamita de Víctor Abarca; y principalmente mi esposa Margarita Brito en la mediagua en
martes, 12 de agosto de 2008
AUGUSTO CORREA, "ACTIVISTA" FOLKLORICO Y GESTOR DE INOLVIDABLES AVENTURAS JUVENILES – VIÑA DEL MAR 1966 / 1973
Corría el año 1966 y la primeras inquietudes de participación en actividades que tuvieran que ver con la música y la guitarra, se fueron desarrollando paulatinamente al relacionarme con un especial grupo de personas, la mayoría trabajadores dependientes de locales comerciales del centro de Viña del Mar, organizados en la asociación denominada AASUP, quienes habían dado rienda suelta a sus inquietudes musicales mediante la formación del Grupo Folklórico "Anchimallén", dirigido por el Profesor Ricardo Mercado y su esposa Luisa Riveros, cobijados bajo el alero de la sede de ANECAP, Sindicato de Empleadas de Casas Particulares, ubicado en la calle Etchevers, frente a la Escuela 15.
Eran años de mucho entusiasmo por las manifestaciones folklóricas, y claro, existían sólidos referentes, los grupos Millaray con Héctor Pavez y Gabriela Pizarro, y Cuncumén con Rolando Alarcón y Víctor Jara, cuyas grabaciones editadas en discos L.P. de vinilo, permitían acceder un hermoso repertorio de auténtica música tradicional chilena, que era copiado y recreado por grupos de aficionados, como era el caso de esta agrupación de amigos.
Augusto Correa, integrante del grupo folklórico, quien tenía todo el ímpetu aglutinador y era conocido como gestor de actividades colectivas, me invita a participar para realizar una tarea bastante especial e interesante para mí, la cual consistía en revisar las grabaciones en discos de vinilo de grupos y solistas profesionales, e intentar copiar y reproducir los “punteos” y arpegios en guitarra, de los temas elegidos para su repertorio. Esa fue la labor que desarrollé durante algún tiempo y curiosamente nunca me integré al conjunto, sin embargo participé en todas las instancias de convivencia que ellos se propiciaron, y tuve así la primera oportunidad de conocer y aprender a amar el hermoso repertorio de música folklórica y tradicional chilena, de la mano con estos amigos, con quienes en su mayoría, lamentablemente debido al tránsito por diferentes caminos, fui perdiendo contacto.
Algunos nombres de los integrantes del Grupo Folklórico que he logrado recopilar y recordar con la ayuda de otros amigos, van apareciendo paulatinamente en mi mente: Juan Ramírez, Carlos Zamora, Marta Pérez, Ernesto Acevedo, Carmen Barrera, Carmen Catalán, Rosa Ramírez, Mirtha Morales, José Saavedra, Héctor Morales y Sonia Muñoz, entre otros.
Paralelamente existía bajo el mismo alero, una agrupación teatral, dirigida por la querida y recordada Tía Lidia, quien junto a Alejandrina Morales (hermana de Mirtha), Hernán Leiva (el flaco), Víctor Flores (el chico), Elba Saavedra, los hermanos Irma, María, Alicia y Patricio Leiva, la Genoveva, entre otros, preparaban sus obras y sketchs, siendo un importante complemento para las actividades artísticas que la asociación AASUP efectuaba en diferentes escenarios en Viña del Mar. Nuevamente, y curiosamente aunque lo mío era la música y la guitarra, me integré a estas actividades y participé en algunos sketchs, cuyo trabajo de preparación y posterior puesta en escena me entretenían muchísimo.
Como no recordar los viajes al Sur y Norte de nuestro país que Augusto Correa organizaba y en los cuales participaban la mayoría de los amigos que he nombrado, recibiendo de todos ellos, protección y sinceras manifestaciones de cariño, aparte de “avivarme la cueca”, por ser yo un pequeño niño que animaba las diferentes jornadas con mi guitarra. Y claro, conversando con amigos van surgiendo mas y mas personajes colaboradores de tantas jornadas, y se aglutinan en la mente, Esperanza Madrigal (la mamy), Rebeca Madrigal, Cruz Hernández, don Pedrito Guerra y toda su familia...
Conservo un recuerdo permanente de los paseos a Artificio de Pedehua, localidad rural que queda al otro lado de Cabildo, pasando un pequeño túnel que permite acceder al valle, donde
Me desvinculé de este maravilloso grupo de personas y perdí contacto durante los años que estuve en actividad musical en Santiago con
En esta nueva etapa, a mis tempranos 17 años, venía llegando de Santiago tras haber experimentado todo un cúmulo de experiencias como músico profesional, con mucho escenario y grabaciones, caminando peligrosamente por la cuerda del ego. Afortunadamente, la sencillez de mi gente y los nuevos amigos, me hicieron volver a la realidad y pude desarrollar profundas relaciones de amistad. La mayor afinidad la alcancé con mis nuevos amigos, Carlos Jil, Héctor Morales y Luis “Sata” Ponce, con quienes compartí intensamente el gusto por la música y la guitarra y, teniendo la posibilidad de entregarle a ellos, mucho de lo que había aprendido con músicos profesionales en Santiago. Algunos años después pude desarrollar también con ellos, hermosas experiencias musicales con emblemáticos grupos musicales de Valparaíso, como son el grupo Amauta (con Héctor), Los Afuerinos (con ellos tres) y Diapasón Porteño (con el "Sata"). Atesoro con especial cariño todas aquellas vivencias que nuestras guitarras nos permitieron compartir.
Con todos estos nuevos amigos y novia incluída, el reiterado retorno a Artificio de Pedehua, al restorán de
Indudablemente el artífice de la mayoría de los inolvidables momentos vividos, que en parte he descrito, fue mi querido amigo Augusto Correa, de quien supe que finalmente volvió a sus raíces radicándose en Pedehua. Lo menos que puedo hacer aprovechando este espacio que contiene este resumido pero sentido recuerdo, es dejar plasmado, especialmente para Augusto y tantos amigos que él representa, mi eterno reconocimiento y agradecimiento por todas sus gestiones que le dieron forma y sentido a mis irrepetibles vivencias juveniles.